Mírame…

Estoy devastado, destruido, hecho pedazos
Por una decisión que tú tomaste por sí sola
Después de todo lo que yo hice por ti
Y todo sacrificio que en vano cometí
Para que, al final, con una cruel y vacía palabra
Mataras todo lo que yo fui

Todo lo que era… se esfumó con el viento
Las cosas que yo te decía, frases llenas de brillo
Sentimientos puros y cálidos
Que de mi pequeño corazón salían con brío
Desperdiciados, desaprovechados…
Desechados con un pensamiento tan frío

Me decías cosas que extrañaba escuchar
“Te amo”, “nunca te dejaré ir”, “siempre estaré ahí”
“No te rindas”, “Cuidaré de ti”, “Tu corazón, no lastimaré”
Solo palabras, cuya sinceridad solo tú sabrás
Si salieron por puro amor y pura devoción
O por una emoción falsa y cutre
No lo sabré… Quererlo, jamás

Me destrozaste la vida, me arrebataste mi esencia
Algo que, con todo sacrificio y dolor
Llevaba reparando por demasiado tiempo
Mis emociones, mis pensamientos
Desde lo que tú me hiciste y dijiste
No han sido sino solo llenas de odio
Lleno de arrepentimiento, con una hueca inspiración
Donde antes estaba su razón para vivir dentro de mi pecho
Ahora es un vacío sin ninguna cura ni solución

Me enviaste a un estado de frenesí
Un pánico insoportable al que nunca pensaba volver
Lleno de gritos de pánico y dolor
No tuve otra solución sino alejarme de la realidad
Un camino por el cual estoy agradecido
Una pausa refrescante, y abrir los ojos
Y poder seguir…

Me entero luego que tu vida se fue al carajo
Toda tu realidad y tu felicidad, llena de caos
Más insólito a lo que tú estabas acostumbrada
No tienes a donde ir
No tienes cómo tranquilamente dormir
De lo que tu lograste que mis pesadillas volvieran a surgir
Y mis deseos de una cruel lobotomía realizar en mí
Resultó ser tu fin…

Yo me culpo a mí mismo
Aunque realmente culpa mía no es
Yo hice todo en mí, maldita sea
Todo en mi poder para que estuvieras feliz
Todos los sacrificios de mi bienestar
Y las noches que me desvelaba
Los riesgos que tomaba
La locura que me encerraba
Solamente para verte sonreír…

Ahora yazco a morir
Y que te entren mis palabras
Como frías agujas a lo que queda de tu consciencia
Así como tus palabras se enterraron en mí
Cual cárcel de espinas de rosas negras y marchitas
Que estrangulan a mi corazón hasta su dejar de existir

Escucha mis gritos, escucha mi desaparecer
Yo me desvanezco lentamente de quien te enamoraste
El “yo” vulnerable y sentimental
Lleno de amor y de magnificencia emocional

Tú me mataste… Y todo lo bello que poseía
Ni en esta vida, ni en la siguiente
Olvidaré lo que me dijiste ni lo que me hiciste
Mi perdón nunca recibirás