
- Nadie puede saber lo que acabamos de hacer.
+ Para nadie, dos son muchos.
- Es decir, aparte de nosotros. ¿Entiendes?
+ No me des órdenes. Dudo mucho que no se enteren, hoy hay cámaras en cada esquina.
- O un chismoso en cada ventana. No es una orden. ¿Nos vieron las cámaras?
+ No lo creo. Estábamos en un punto ciego.
- ¿Ciego para quién?
+ Yo qué sé. No vi ninguna cámara. Además, la mirada llama, y no hubo llamado.
- ¡Crédulo! Siempre hay alguien que nos observa hacer el mal, o el ridículo. Es que tenemos el teléfono levantado.
+ Así que lo que hicimos estuvo mal.
- ¡Ni hablar! No hubo nada de malo en ello.
+ Entonces fue ridículo.
- No te atrevas a llamarlo de ese modo.
+ ¡Ea! De modo que tenemos un recuerdo malo.
- Ya te dije que no; un recuerdo no puede ser malo.
+ Lo que quiere decir que nadie nos ha visto.
- ¿Seguro?
+ Nadie, aparte de nosotros.
- ¿Nadie hablará?
+ Nadie, aparte de nosotros.
- ¡Basta ya! ¿Quieres olvidarlo?
+ Quiero, no puedo
(…)
- ¿Qué hay de la gorda de vestido verde? Desde donde pasó, pudo vernos.
+ Imposible. Era una flaca con shorts y chaqueta de jean. ¿No te dije que estábamos en un punto ciego?
- Me pasó justo al frente…
+Mientes, tú estabas al fondo del espejo.
- Pero ¿y si escuchó algo?
+ Bueno, eso no puedo saberlo. Confiemos en que no. La confianza produce olvido.
- ¿Debo confiar en ti?
+ Ni por un segundo.
- ¿Y si ya lo he hecho?
+ No hay problema. Estamos perdidos.
- No, no. Yo conozco este sitio.
+ ¿Dónde estamos?
- ¿No lo reconoces? Es el lugar en que lo hicimos.
+ Sí. ¿Volvimos?
- ¿Pero qué dices? Nunca nos fuimos.
+ ¿Nos vamos? No lo soporto.
- No podemos. Caminamos arrastrando el suelo para sostenernos del vacío.
+ ¿Y si nos caemos?
- Nos agarramos de lo hondo.
+ ¿Pero dónde están tus manos?
- ¿No lo recuerdas? Se me han caído.
+ ¿Y eso?
- De nadar contracorriente.
+ ¿Dónde se quedaron?
- Seguramente en un río.
+ ¿En serio?.
- Aún siento hormiguear mis dedos.
+ Y yo que me consienten la nuca.
- ¿Ves?
+ Borroso.
- ¿Quieres olvidarlo?
+ Quiero, no puedo.
(…)
+ Veamos, veamos. ¿Qué color tenía el cielo ese día?
- El mismo de hoy. Violeta, sin duda.
+ Frótate los ojos. ¿No te has dado cuenta de que alumbra café?
- ¿Para qué? Te has vuelto loco, son los años. Es violeta pollito.
+ Es café cómo los bananos. Frótate. Es como si hubiese sido ayer ¿verdad?
- Mentira. Ayer es nunca jamás y el sol es violeta.
+ ¡Vamos, vamos! ¿Ahora dirás que las rosas huelen a culpa?
- ¿A qué, sí no?
+ Hieden a hierro.
- ¿A sangre? ¡Pero por favor!
+ Tal vez, ¿pero a mañana?
- Quién sabe.
+ Yo no.
- Ni yo.
(…)
- Estamos a punto de repetirlo.
+ No es posible.
- Estamos en un punto ciego.
+ ¿No hay cámaras?
- Nadie llama.
+ ¿Contestamos?
- Ya lo hicimos.
+ ¿Repetimos?
- No. Es malo.
+No hay nada de malo en ello.
- Al menos debes admitir que es un tanto ridículo.
+ No te atrevas a llamarlo de ese modo.
- ¿Nadie nos está viendo?
+ ¿No ves? Estás justo frente al espejo.
- Borroso ¿Y el sol?
+ Violeta marrón:
Amarillo
¿Cruz o equis?
[un más]
¿Diamante o vidrio?
[vicio]
¿6 o 9?
[amor sin sexo no es amor]
¿Luz u oscuro?
[lo mismo, de lejos].
El contenido de este artículo es propiedad de la Revista Cara & Sello