Literatura

Escenas de un patio en la madrugada

Tiempo estimado de lectura: 2 min
2021-11-12 por Daniel Zárate

I

La bombilla amarilla está encendida
es la luz que lo empolla.

Sus brazos caen desde su tronco
como las ramas de un sauce llorón;
sus manos sostienen una novela
que es fruto del peso entero de la vida.

Lo mismo que el árbol
llora en silencio,
le faltan fuerzas
para contarle al mundo los motivos.

II

La bombilla que brilla
pende del techo
como una esperanza,
cuyo calor nos guía.

Aquí deviene un poeta.
¿Allá? ¿Bajo esa luz?
¿Qué hay de los que duermen?
La distancia se le hace incomprensible.

III

La luz no es esperanza.

Abre la puerta del patio
dejando entrar a su perro.
Antes de que esta se cierre,
el cánido tiene la trompa pegada al suelo.

¡Ha asesinado uno de esos bichos prehistóricos!

Pobre animalucho fotofóbico,
si no hubiesen abierto la puerta
o la luz hubiera estado apagada.

IV

Las cosas siguen su curso.

La lavadora como escritorio
donde reposan papel
computador y lápiz,
más tarde,
el tapete de su semen gris.

La base de la reja un abismo
donde se produce vértigo,
el humo sube
la colilla,
cae.

¿Lo mismo con el cuerpo y la idea?
¿Qué sustancia pondría al filo
un astuto alquimista?

No lo sabe.
Mira hacia el retrete,
cenicero de ceniza que no se deshace.

Mira el espejo. Se ve él mismo.

Decimal

Luz y agua.

Sediento, entra a la cocina.
Bajo el botellón
un pimiento reseco,
recortado a la mitad
parece tragarse sus propias orillas marchitas.

Se toca con la lengua,
de los dientes de abajo,
la parte de atrás.
Está manchada.

Con el vaso en la mano piensa
que las extensiones de lo vivo
son proporciones de luz y agua,
luz y agua, luz y agua…

V

Los ojos son agujeros negros.

Hasta no ver, no creer;
fuerzas opuestas
encuentran en sus ojos
el equilibrio de una violenta devastación.

No tienen fe,
absorben lo que alcanzan,
y en ellos, el pasado ha quedado eclipsado.

¿A dónde van, entonces, las cosas reales?
- se pregunta-
al vacío de la retina
que retuerce el espacio tiempo.

¿De dónde, si no,
surgen las imágenes de los sueños?

¿Y el ciego?
Ese sueña con los oídos,
con la nariz.

VI

La luz es momento.

¿Cómo llegamos a esta escena?
La bombilla la bombilla
-la muerte, una puerta-
luz y agua,
pura luz.

-El ojo como depredador del presente-

¡¿Y qué?!

El poeta escribe un verso
como gesto de lucha
contra la instantaneidad de la luz.

Busca que sea un chispazo
al servicio del flamable espíritu humano.



Sobre el autor

Daniel Zárate

Editor, Escritor

Estudiante de periodismo de la U Central, no entiendo bien la comunicación. Parado en mis 20's. No mato zancudos. Cedo el paso. No peleo. Me han quitado novias. No me gusta la tolerancia, igual no me importa. Un ignorante. Pero como quien ríe al último escribo para burlar a los finales.



El contenido de este artículo es propiedad de la Revista Cara & Sello



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