Decidí que hoy voy a olvidarte, por ello, debes de saber que de mi memoria desaparecerás para siempre, con fuerza y voluntad digo que ya no estarás. Te dejaré atrás en el camino, no esperaré tus señales esporádicas, abandonada, sin ninguna esperanza de ser querida, así quedarás.
Decidí que hoy voy a olvidarte, borraré tus fotografías de todas las galerías en las que hay algún tipo de registro y los escritos que mantengo guardados de ti quedarán a la intemperie del tiempo. Tu olor será dispersado entre los aires de renovación que hoy me propongo alcanzar.
Decidí que hoy voy a olvidarte, mi cuerpo tomará una ducha para que cada caricia que aún sigue impregnada en mi piel se pierda entre el recorrido del agua. El placer generado lo sabré reemplazar con otra amante que me regale algo de cariño, los besos se resecarán y cualquier señal de humedad se evaporará con el ambiente.
Decidí que hoy voy a olvidarte, así que me reconstruiré con otras líneas, visitaré otros lugares, amaré otras corporalidades, exploraré nuevas experiencias. Toda remembranza que lleve tu nombre se situará en lo absurdo y cada bello recuerdo se convertirá en tortura para ti por dejarme ir.
Decidí que hoy voy a olvidarte, por mi bien, por mi bienestar, por mi paz, por mi tranquilidad, por mi levedad y por mis principios irrevocables de siempre amar. Tú en tu complejidad serás reducida a la repulsión, a partir de ahora eres y te situarás en el olvido del nunca jamás, ya no hay marcha atrás.
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