Política

A vivir no tan sabroso

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2022-06-21 por Andrés Camacho

Gustavo Petro, después de varios intentos, se convirtió en presidente de Colombia. A pesar de que es la primera vez que un gobierno de izquierda encuentra la oportunidad de ocupar el cargo público más importante del país, la evidencia ha demostrado que la gobernabilidad de Petro es cuestionada.

La esperanza de un gobierno alternativo es la ilusión de un cambio para algunos, y el desastre para otros. Los eventos sucedidos en la presidencia de Iván Duque demostraron que el Uribismo, después de 22 años, no es la salida política que Colombia está buscando.

No obstante, en el balance realizado por Bogotá Cómo Vamos, al final de la gestión de su alcaldía, deja entrever las dificultades en su lucha contra la institucionalidad. Las propuestas lucharon contra lo establecido por la ley y los reglamentos de lo público. En otras palabras, la institucionalidad se defendió ante las pretensiones de su gestión.

A pesar de que la prestación de servicios públicos aumentó en los barrios informales, el sector de la salud fue uno de los que más se afectó debido a su lucha contra la institucionalidad. Entre 2011 y 2012 no hubo cambios en la razón de mortalidad materna, pero hubo un aumento de la prevalencia de niñas y niños con bajo peso al nacer y bajó 3% la vacunación. Tampoco hubo avances en la reducción de los nacimientos en menores, a octubre de 2013 se han registrado 351 casos en niñas entre 10 y 15 años y 15.154 en adolescentes entre 15 y 19 años.

Por otra parte, es cierto que la construcción de colegios y jardines infantiles en Bogotá no aumentó, como él afirma. Además, la brecha entre colegios públicos y privados es muy amplia: en 2012, 2 de cada 100 estudiantes de colegios privados repitieron el año, frente a 8 de cada 100 que repitieron en colegios públicos; en las pruebas Saber 11° de 2012 el 39,5% de los colegios privados quedaron en categoría muy superior frente a 0,32% de los colegios públicos.

En movilidad tampoco hubo avances significativos. En 2013, la administración cobró y debió devolver los recursos de fase II de la valorización aprobada en 2005 y solicitó un cupo de endeudamiento para obras por más de $3 billones. El Plan de Desarrollo se comprometió a construir el 5% de la Primera Línea de Metro, pero eso se convirtió en historia patria. De igual forma, se propuso construir las líneas de cable aéreo en San Cristóbal y Ciudad Bolívar, que fueron incluidas en el cupo de endeudamiento y ya tienen estudios y diseños.

Gustavo Petro debe aprender la lección y entender que la institucionalidad es un hecho que él debe respetar. Lastimosamente, como candidato, buscó desprestigiar las actividades de la Registraduría Nacional del Estado Civil. Espero que esto no suceda dentro de su presidencia para alcanzar sus objetivos.



Sobre el autor

Andrés Camacho

Director general

Cofundador de la Revista Cara & Sello. Politólogo o al menos eso dice el cartón que cuelga en mi pared. Amigo de la literatura y la música. Columnista semanal: escritor desde de lo cotidiano y lo marginal.



El contenido de este artículo es propiedad de la Revista Cara & Sello



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