Política

Brasil: la vieja izquierda en el gobierno

Tiempo estimado de lectura: 2 min
2022-11-01 por Andrés Camacho

Lula da Silva es el no tan nuevo presidente de Brasil. Con el 50,9% de la votación a su favor, debe de unir un país que el 49,1% de ellos prefirió las perspectivas de Jair Bolsonaro. ¿Qué retos se le presentan para los próximos 4 años?

El tercer mandato de Lula da Silva es uno de los más cuestionados dentro de la política brasileña. Después de estar en prisión por un escándalo de corrupción durante sus primeros mandatos, fue elegido como presidente de un país que tenía esta opción o el actual presidente Jair Bolsonaro.

¿Cómo ganó Lula la presidencia?

De acuerdo con diversas encuestas realizadas previamente, la intención de voto en Brasil, en su gran mayoría, fue en contra de un candidato, en lugar de a favor. Es decir, hubo votos por Lula da Silva debido a que no votarían por Bolsonaro y viceversa.

¿Cuáles son los retos más importantes?

Los años en que la izquierda gobernó Brasil llevaron al escándalo más importante de su historia democrática. Se presentaron pruebas en contra del presidente sobre sobornos que hizo la empresa PETROBRAS para recibir contratos por parte del Estado. A pesar de que la codena del ahora presidente fue revocada, muchos desconfían de su gobierno para el próximo cuatrienio.

Adicionalmente, como hemos mencionado en columnas anteriores, Jair Bolsonaro afirma que la votación electrónica es fraudulenta. El aún presidente afirmó que, en caso de perder, podría desconocer los resultados de las elecciones. Estas acusaciones debilitan la estabilidad democrática de un país que vive esta forma de gobierno desde 1985.

De igual forma, desde las pasadas elecciones, el Congreso Nacional de Brasil tiene como mayorías parlamentarias a los partidos de derecha. Esto significa que la gobernabilidad del nuevo presidente, depende de las alianzas que haga con estos nuevos partidos políticos. El país de nuevo a las puertas del clientelismo.

Lula da Silva tiene un país divido en su gestión. El pasado y sus consecuencias dificultan las nuevas perspectivas y políticas que quiere incluir. El combate por el hambre que, alcanza más de 33 mil personas dentro del país, se encuentra con las pugnas políticas que ocurrirán en la política nacional. En definitiva, Lula no la tiene fácil.



Sobre el autor

Andrés Camacho

Director general

Cofundador de la Revista Cara & Sello. Politólogo o al menos eso dice el cartón que cuelga en mi pared. Amigo de la literatura y la música. Columnista semanal: escritor desde de lo cotidiano y lo marginal.



El contenido de este artículo es propiedad de la Revista Cara & Sello



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