Política

CoCrea y la solidaria reforma tributaria

Tiempo estimado de lectura: 4 min
2021-05-04 por Andrés Camacho

La economía naranja, de la cual aboga el presidente Duque, creó una suerte de incentivos tributarios para aquellas empresas que estén dispuestas a invertir en proyectos culturales y de tecnología. La iniciativa CoCrea ha permitido que ciertos espacios culturales tengan la oportunidad de acceder a recursos y así mover económicamente este sector, sin embargo ¿Cómo se afecta esto en la reforma tributaria?

CoCrea es una organización de carácter mixto, encargada por el Ministerio de Cultura para realizar la convocatoria de incentivos tributarios que se estableció en el artículo 180 del Plan Nacional de Desarrollo. Los incentivos tributarios se refieren específicamente a la devolución del 165% del impuesto de renta, así mismo, una mayor visibilidad para las empresas que inviertan en el sector cultural.

Para el 2021, los proyectos culturales deben presentarse a través de MiPymes. Además, no deben superar los 3 años de ejecución donde el presupuesto mínimo se encuentra entre los 35 SMMLV y los 60 mil millones de pesos. Por otra parte, existen tres modalidades en las cuales se puede aplicar: teniendo los fondos propios y buscando la deducción del impuesto a la renta; quienes tienen un aliado con la capacidad de aportar el 100% del presupuesto del proyecto; presentarse en el Banco-Crea y esperar que el sector privado tome la iniciativa de invertir en los proyectos que se encuentran aprobados por parte de la entidad.

CoCrea no administra los fondos que los aportantes invierten en el proyecto. Sin embargo, el gobierno le otorgó a la entidad 600 mil millones de pesos para realizar la devolución del impuesto de renta. Parece que en el Plan Nacional de Desarrollo consideraron que se aseguraría más dinero para las iniciativas culturales si se destina desde el sector privado.

Para el funcionamiento de CoCrea debe destinarse un 3% de cada aporte que se haga en la convocatoria. De esta forma se creará el documento oficial donde se acredite que los aportantes realizaron la inversión en aquel proyecto cultural. Por otra parte, CoCrea exige que exista una contrapartida del 30% del valor total del proyecto, cuya naturaleza puede ser en especie o en recursos que posea la MiPymes.

No obstante, la reforma tributaria demuestra que el impulso de la economía naranja, es tan solo un discurso político. En el Proyecto de Ley titulado Solidaridad Sostenible, se destina sólo un pequeño apartado respecto al fomento de la cultura, donde en el Fondo para el Desarrollo Cinematográfico, se gravará a las entradas de cine para recolectar el dinero necesario para el funcionamiento y las convocatorias del Fondo.

Lo anterior, parece un esfuerzo insuficiente debido a que muchos operadores del entrenamiento no han abierto sus puertas aún. Por lo tanto, se encuentra reducida su capacidad operativa, los costes asociados a la bioseguridad son altos y la audiencia puede no estar muy segura de regresar a los cines. Gravar a quienes están comenzando la reactivación de su sector económico, dificultará la discusión sobre la pertinencia de los egresos de estas empresas, incluidos los empleos que generan.

El artículo referido al fomento a la cultura, se limita a considerar la industria del cine como el único recurso artístico del cual hablar en la Ley que propuso el gobierno. Duque, desde la campaña, se atrincheró en la economía naranja como un motor del crecimiento económico del país, sin embargo, no existe mención alguna sobre el apoyo a las creaciones literarias o artísticas nacionales.

Por otra parte, esta Ley, de acuerdo con el artículo 408, pretende crear un impuesto del 20% sobre las regalías, honorarios, compensaciones por servicios personales o explotación de la propiedad literaria, artística, científica, películas cinematográficas y explotación de software en mercados extranjeros. En otras palabras, en Colombia es una tarea titánica vivir del arte, y si deciden hacerlo desde el extranjero, deben pagarle al gobierno un 20% sobre las utilidades que genere.

En conclusión, el gobierno nacional promueve la economía naranja desde proyectos como CoCrea, pero la solidaridad con los sectores culturales no llega hasta la reforma tributaria. El Plan Nacional de Desarrollo se ofrece como el primero enfocado en la industria del entretenimiento, pero con los aportes que deben realizar los artistas, el panorama puede resultar aún más desolador para quienes viven de su arte.



Sobre el autor

Andrés Camacho

Director General

Cofundador de la Revista Cara & Sello. Politólogo o al menos eso dice el cartón que cuelga en mi pared. Amigo de la literatura y la música. Columnista semanal: escritor desde de lo cotidiano y lo marginal.



El contenido de este artículo es propiedad de la Revista Cara & Sello



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