Política

El diseño urbano: una mediana respuesta para la delincuencia

Tiempo estimado de lectura: 3 min
2021-08-17 por Andrés Camacho

Algunos urbanistas consideran que el diseño urbano puede afectar conductas y comportamientos humanos que alteran el bienestar de la ciudadanía: en ciertas condiciones, se reduce la delincuencia común en las ciudades, así como la distribución del microtráfico en algunas zonas de la ciudad. Sin embargo, ¿es esta la solución definitiva para el caso latinoamericano?

Bogotá ha tenido alcaldías enfocadas en la adecuación de estructuras viales y de servicios públicos, como premisa para eliminar la desigualdad típica de una capital de 10 millones de habitantes. Enrique Peñalosa, afirma que en el momento en que terminó su mandato en la ciudad, logró contratar varios megaproyectos que harán de Bogotá, en los próximos años, una ciudad más incluyente para todos sus habitantes: el regreso del hospital San Juan de Dios, el Centro de Felicidad de Chapinero, el Centro de Felicidad de Fontanar del Río, La Avenida Guayacanes, el Bronx Creativo, y por supuesto, el tan esperado metro de Bogotá.

Por el contrario, de acuerdo con Bogotá Cómo Vamos, la administración de Gustavo Petro no realizó demasiadas obras de infraestructura, con la finalidad de eliminar desigualdades sociales. Esta administración se enfocó en los programas de carácter social, por ejemplo, hubo una considerable mejoría en la ampliación de los comedores escolares. Adicionalmente, el Plan de Desarrollo obtuvo avances significativos en donde redujo la tasa de homicidios a 17 por cada 100 mil habitantes.

Si se tiene en cuenta esta última cifra, la Alcaldía de Enrique Peñalosa redujo la tasa de homicidios en al menos un 12.6 casos por cada 100 mil habitantes. Muchos factores pueden coincidir en la reducción de esta cifra, no obstante, el enfoque relacionado con la mejora en la infraestructura también hizo efecto en la seguridad: la reducción de los robos de celulares y el aumento del porcentaje de denuncia en la ciudad. Sin embargo, solo el 27% de los ciudadanos se sentían seguros en la ciudad al final de esta administración.

De acuerdo con LA NETWORK, el diseño urbano, especialmente la planificación, permite definir los espacios y las causas que moldean el comportamiento criminal en las zonas más peligrosas de la ciudad. Por ejemplo, la ausencia de alumbrado público, los terrenos baldíos o las estructuras abandonadas son una de las principales causas del aumento en la criminalidad. Así mismo, la vigilancia pasiva, como la ambivalencia entre los entornos residenciales y comerciales permite que el flujo de personas aumente y, por lo tanto, se reducen las posibilidades de los asaltos.

En conclusión, la planificación urbana puede ser uno de los factores que contribuyen a la reducción de índices de criminalidad. No obstante, los programas enfocados en la educación y la salud, también disminuyen los porcentajes de robos e inseguridad en la ciudad. Las obras licitadas por Peñalosa tal vez acabaron con la criminalidad en el corto y mediano plazo, pero las políticas enfocadas en la educación y la salud terminan por consolidar resultados al largo plazo.



Sobre el autor

Andrés Camacho

Director General

Cofundador de la Revista Cara & Sello. Politólogo o al menos eso dice el cartón que cuelga en mi pared. Amigo de la literatura y la música. Columnista semanal: escritor desde de lo cotidiano y lo marginal.



El contenido de este artículo es propiedad de la Revista Cara & Sello



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