Sociedad

¿Feliz día de la mujer?

Tiempo estimado de lectura: 5 min

Cada 8 de marzo se conmemora el día internacional de la mujer, un día que representa años de lucha por la reivindicación de derechos, caracterizados por situaciones marcadas por múltiples tragedias, tantas que son muy difíciles de contar, pero cada una tan importante como la anterior.

A lo largo de la historia las mujeres, alrededor del mundo, hemos luchado por diferentes causas, nos ha tomado años darnos el valor que no se nos otorga, no porque en un día en específico se nos recalque nuestra importancia en la vida de los demás, se nos destaque la luz que llevamos dentro o se nos dé un valor añadido por ser madres, hijas, hermanas, abuelas, novias, amigas etc. Sino porque el resto del año debemos luchar contra masacres, feminicidios, violaciones, maltrato físico y psicológico, discriminación o menosprecio, mientras hemos tenido que aprender a darnos nuestro valor intrínseco como mujeres, así la sociedad trate de mostrar ese comportamiento como “innecesario”.

Curiosamente la primera lucha que tenemos es con nosotras mismas, es darnos cuenta de todos los comportamientos machistas que interiorizamos en nuestras cabezas y en nuestras vidas porque son algo “normal”, pero no podrían estar más alejados de la realidad. Darnos cuenta de comportamientos presentes en nuestros círculos sociales, los cuales podrían parecer pequeños, pero solo nosotras sabemos cuánto nos afectan.

La primera lucha que tenemos es con nosotras mismas, es darnos cuenta de todos los comportamientos machistas que interiorizamos en nuestras cabezas y en nuestras vidas porque son algo “normal”...

Luego rompemos barreras, empezamos a compartir historias con otras mujeres, e incluso si no sufrimos de exactamente los mismos miedos, podemos hacer catarsis en los de las demás; pues sabemos de primera mano lo que es tener miedo, lo que es caminar con las llaves entre los dedos, caminar rápido por calles solitarias, vivir o trabajar con nuestros maltratadores, aguantar insultos o comentarios pasados de tono, estar siempre a la defensiva en el transporte público, a ser catalogadas por cómo nos vemos, escondernos para evitar ser juzgadas y a escuchar comentarios que, con un fervor casi religioso, nos dicen cómo debemos hablar y comportarnos.

Pero fuimos más allá del temor, empezamos a cambiar, a entender a quienes lucharon por nosotras y por qué debemos luchar por quienes vienen detrás. Comprendimos que para eliminar el factor de riesgo que viene con el hecho de ser mujer teníamos que tomar las riendas, exigir respeto desde nuestro entorno familiar hasta las altas instancias del gobierno, teníamos que movilizarnos para enseñarle al resto del mundo nuestra importancia y que tenemos mucho por decir, que nuestro valor va más allá de lo que se nos impone y que la competencia entre mujeres debía quedar en el pasado. Ahora nos defendemos y defendemos a las demás, superamos dificultades con mucha más entereza, incluso cuando nos dicen que no vale la pena, nos deconstruimos para entender que somos independientes, que nuestro propósito va más allá de lo romántico o de ser seres sin voz y cada vez nos volvimos más fuertes.

Que nuestro valor va más allá de lo que se nos impone y que la competencia entre mujeres debía quedar en el pasado.

Tristemente aún queda mucho por cambiar y ahora nuestra lucha se une al reclamo de un derecho básico, el poder mantenernos vivas, la necesidad de que no falte ninguna. A pesar de que múltiples gobiernos, sociedades, organizaciones internacionales y todo tipo de individuos han realizado esfuerzos para ayudarnos a equilibrar la situación, aún el 35% de las mujeres han experimentado violencia física y/o sexual por parte de una pareja íntima, o violencia sexual perpetrada por una persona distinta a su pareja, cada día 137 mujeres son asesinadas por miembros de su propia familia o 15 millones de niñas adolescentes de 15 a 19 años han experimentado relaciones sexuales forzadas en todo el mundo y así, tenemos muchas estadísticas las cuales siguen siendo tremendamente preocupantes.

Es por esto que aún no podemos celebrar el día de la mujer. Muchos cambios son necesarios en todas las esferas de la vida, porque la equidad no se representa solo en salarios, propiedades o cargos en los gobiernos, la equidad también va en cómo educamos a niños y niñas, en sí apoyamos a las víctimas o si protegemos a abusadores, en cómo nos separamos de los estándares de lo “masculino”, en darnos cuenta que todos tenemos actitudes machistas, pero que debemos corregirlas y no quedarnos en el error. Estos progresos vienen en todos los niveles, tanto en el individual y el colectivo como en el familiar y en el social, pero estos también requieren materialización para que las mujeres tengamos la oportunidad de gozar de entornos seguros en los cuales se puedan desarrollar nuestras peticiones, ideas o reclamos. Es por esto que desde los Objetivos de Desarrollo Sostenible se plantea la igualdad de género como uno de los fundamentos esenciales para construir un mundo pacífico, próspero y sostenible.

A modo de motivación, me permito presentar los 5 países que han ALCANZADO la igualdad de género:

1.

2.

3.

4.

5.

No hay ninguno. Con esto no se pretenden desprestigiar los esfuerzos de varios países y sociedades que están en este camino para garantizarnos a las mujeres esa anhelada igualdad, pero cosas como estas demuestran el enorme trabajo que aún tenemos por realizar en las áreas individual, familiar, social, nacional y global para poder, algún día, decir con certeza FELIZ DÍA DE LA MUJER.



Sobre la autora

Laura Sofía Cabrera Jaimes

Directora del Área de Escritores

"Tal vez no pueda cambiar el mundo, pero sí el pedacito que me toca"
Pronto internacionalista, mientras tanto disfruto dar mi opinión, aprender de distintos temas y poder analizarlos en el proceso. Recién entrada a los 20. Rola. Amante del fútbol, los perritos, la fotografía y de cantar desafinado.



El contenido de este artículo es propiedad de la Revista Cara & Sello



Cargando comentarios...
Scroll to Top