En el momento en que las democracias parecen necesitar menos a los monarcas, se termina el reinado de la Reina Isabel II.

Las monarquías parlamentarias restantes en el mundo son, a consideración de algunos, instituciones obsoletas para circunstancias más modernas. No obstante, ¿Cómo vivirían los ingleses sin su jefe de Estado Real?

La Reina Isabel II, a pesar de muchos desaciertos, logró mantener la estabilidad de la corona durante 70 años. Hizo, lo que pocos pensarían posible: hacerse necesaria en el juego de política moderna. Son conocidas las historias donde diferentes Primeros Ministros iban por su consejo.

¿Cómo consiguió hacerse con tal reputación? Margaret Thatcher, en su libro, los años de Downing Street, muestra sus apreciaciones acerca de la Reina. La subestimó por su posición en la corona, no obstante, Isabel conocía muy bien los devenires políticos dentro del Estado. Thatcher se sorprendió por la forma en que sus apreciaciones coincidían con lo dicho por su gabinete.

En segundo lugar, nunca intervino en política de forma directa. Conservó la reglamentación constitucional que explica cómo es inconstitucional que el monarca ejerza su derecho al voto o que opine públicamente sobre asuntos políticos. Adicionalmente, se atuvo a los formalismos de la forma de gobierno y del parlamento. Siempre podría discutir con el Primer Ministro, semanalmente, las cuestiones que le preocupaban.

En tercer lugar, la corona ha establecido relaciones con asociaciones benéficas. De esta forma, tiene influencia a través de muchos votantes y ha adquirido poder durante su reinado.

Por último, la monarquía se convirtió en una figura representativa para sus ciudadanos. Los antecesores de Isabel utilizaron la intimidación para gobernar, ahora el poder de la influencia ha sido esencial para crear vínculos que fortalezcan a la realeza a través de la historia.

En conclusión, dedicó su vida a preservar la idea de una monarquía parlamentaria con relativa estabilidad. En sus desaciertos, encontró la forma para modernizar a los Windsor en la política estatal.