El mundo enfrenta la perspectiva de una mayor tensión con China por el comercio, la seguridad y los derechos humanos. Xi Jinping, el líder más poderoso del país en décadas, se adjudicó otro mandato como líder del gobernante Partido Comunista.

Xi ha reforzado el control y está tratando de utilizar el peso económico de China para aumentar su influencia en el extranjero. Washington acusó a Beijing este mes de intentar socavar las alianzas estadounidenses, la seguridad global y las reglas económicas. Los activistas dicen que el gobierno de Xi quiere desviar las críticas a los abusos cambiando la definición de derechos humanos de la ONU.

En el último congreso del Partido Comunista que concluyó el sábado, Xi no dio señales de planes para cambiar la severa estrategia de "COVID-cero". Pidió más autosuficiencia en tecnología, desarrollo militar más rápido y protección de los "intereses centrales" de Beijing en el extranjero. No anunció cambios en las políticas que han tensado las relaciones con Washington y los vecinos asiáticos.

El pasado domingo, Xi recibió un tercer mandato de cinco años como líder del partido, en una ruptura con la tradición que exigía su renuncia después de 10 años. El partido nombró un Comité Permanente gobernante de siete miembros de Xi y sus aliados, lo que le da vía libre para llevar a cabo sus planes. ¿Cuáles son los temas más importantes para estos cinco años?

Política:

Xi solicitó el "gran rejuvenecimiento de la nación china" basado en revivir el papel del Partido Comunista como líder económico, social y cultural en un retroceso a lo que él ve como una edad dorada después de la revolución de 1949. El gobierno de Xi encarceló a disidentes, intensificó la censura en Internet y aplastó un movimiento a favor de la democracia en Hong Kong. Su iniciativa de crédito social rastrea al público y castiga las infracciones, desde el fraude hasta tirar la basura.

Economía:

Para 2035, el Partido Comunista quiere que la producción económica por persona coincida con un país desarrollado de nivel medio, dijo Xi en un informe al congreso. El partido gobernante está construyendo una industria estatal devoradora de subsidios y reforzando el control sobre los empresarios que generan riqueza y empleos. Eso genera advertencias de que se verá afectado el crecimiento económico que se hundió al 2,2% respecto al año anterior en la primera mitad de 2022. La economía enfrenta desafíos derivados de la tensión con Washington, restricciones en el acceso de China a la tecnología occidental, una población que envejece y una caída en su vasta industria de bienes raíces.

Tecnología:

Xi prometió construir la autosuficiencia y la fortaleza de China en ciencia y tecnología. No aportó detalles, pero los esfuerzos anteriores para reducir la dependencia de Occidente y Japón mediante la creación de fuentes chinas de energía renovable, vehículos eléctricos, computadoras y otras tecnologías han provocado quejas de que Beijing viola sus compromisos de libre comercio al proteger a sus empresas de la competencia. Los funcionarios estadounidenses temen que la competencia china pueda erosionar el liderazgo industrial de Estados Unidos. China enfrenta límites crecientes en el acceso a la tecnología occidental, especialmente de Estados Unidos, que advierte que podría usarse para fabricar armas. China está construyendo su propia industria de chips, pero los analistas dicen que está varias generaciones por detrás de los líderes mundiales.

Seguridad:

El presidente chino afirmó que la seguridad externa e interna son la base del rejuvenecimiento nacional. En un discurso que usó la palabra seguridad 26 veces, dijo que Beijing trabajará más rápido para modernizar el ala militar del partido, el Ejército Popular de Liberación, y mejorar las capacidades estratégicas de las Fuerzas Armadas. China ya tiene el segundo gasto militar más alto del mundo después de Estados Unidos y está tratando de ampliar su alcance mediante el desarrollo de misiles balísticos, submarinos y otras tecnologías.

Relaciones exteriores:

Beijing utiliza cada vez más su fuerza económica como el mayor socio comercial de todos sus vecinos, como palanca en la política y la seguridad. China bloqueó las importaciones de vino, carne y otros productos australianos después de que su gobierno solicitara una investigación sobre los orígenes de la COVID-19. Beijing intentó sin éxito persuadir a los gobiernos de 10 islas del Pacífico para que firmaran un pacto de seguridad este año, pero está logrando avances con algunos. Los oficiales de policía de las Islas Salomón están siendo entrenados en China.

Beijing quiere ser un líder mundial, y parte de eso, es ser un líder en la política dura de la seguridad global. Los diplomáticos chinos, en una tendencia denominada diplomacia del guerrero lobo, son más conflictivos y, a veces, violentos. Este mes, diplomáticos chinos en Manchester, Inglaterra, golpearon a un manifestante después de arrastrarlo a los terrenos de su consulado.

COVID-19:

No hubo muchos indicios de que la estrategia de "COVID-cero" de China podría aliviarse a pesar de la frustración pública con sus costos. Mientras que otros países han aliviado las restricciones de viaje, China se apega a una estrategia que ha mantenido bajas las tasas de infección, pero ha cerrado las principales ciudades. Los más ancianos deben vacunarse antes de que el partido gobernante pueda relajar las restricciones de COVID-19. Eso podría llevar meses. Los meteorólogos dicen que eso significa que podría ser a fines de 2023 antes de que los controles se relajen.

CLIMA:

Xi prometió un enfoque proactivo y constante para reducir las emisiones de carbono que cambian el clima, pero al mismo tiempo el partido gobernante está aumentando la producción de carbón para evitar que se repitan los apagones y la escasez de energía del año pasado. Un funcionario del gabinete dijo que la producción de carbón aumentará a 4600 millones de toneladas en 2025.

Eso sería un 12 % más que en 2021. Xi dijo en un discurso de 2020 ante las Naciones Unidas que las emisiones de China deberían alcanzar su punto máximo en 2030, pero no dijo a qué nivel. China ya emite más carbono que Estados Unidos y otras economías desarrolladas juntas. China está construyendo más centrales eléctricas alimentadas con carbón, lo que, según advierten los activistas, podría provocar mayores emisiones. Mientras tanto, Beijing suspendió un diálogo climático con Washington en agosto en represalia por la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a su rival Taiwán.