Política

El plebiscito chileno: el nuevo fracaso de la izquierda

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2022-09-07 por Andrés Camacho

Los votantes chilenos rechazaron rotundamente una nueva constitución progresista en un referéndum el domingo, luego de un proceso de casi dos años que tenía como objetivo reflejar una gama más amplia de voces en el documento de la nación.

Con casi todas las papeletas contadas, el 62% de los votantes rechazó la propuesta, con un 38% votando a favor, según el Servicio Electoral de Chile. La constitución propuesta, que contó con el apoyo del presidente izquierdista Gabriel Boric, incluía 388 artículos que habrían ampliado significativamente los derechos sociales, aumentado la regulación ambiental y otorgado al gobierno una mayor responsabilidad en los programas de bienestar social. También habría brindado plena paridad de género y agregado puestos designados para representantes indígenas.

El documento fue rechazado en todas las provincias de Chile, incluida la capital más progresista de Santiago y su área metropolitana, donde los votantes apoyaron abrumadoramente a Boric en diciembre pasado durante las elecciones presidenciales.

La constitución actualmente vigente fue redactada bajo la dictadura de Augusto Pinochet, quien gobernó Chile con puño de hierro de 1973 a 1990. Los defensores de la nueva constitución querían romper con el pasado autoritario de Chile y un documento que reflejara los intereses de las comunidades que, según para ellos, había sido ignorada.

¿Por qué ha cambiado en la constitución?

El cambio propuesto se inició en 2020, cuando el entonces presidente Sebastián Piñera convocó un referéndum sobre la creación de una nueva constitución en medio de la agitación social y el descontento popular provocado por un aumento de las tarifas del metro en octubre de 2019.

En octubre de 2020, más del 78% de los votantes chilenos aprobaron un plebiscito que proponía un cambio constitucional y en junio de 2021 volvieron a emitir su voto para elegir a los integrantes de una asamblea constituyente. La Asamblea Constituyente fue la primera en el mundo en tener plena paridad de género y la primera en la historia del país en incluir asientos designados para representantes indígenas.

Los partidarios tenían la esperanza de que su postura progresista se reflejaría en una constitución nueva y actualizada. Y el propio proceso constituyente fue elogiado internacionalmente por darle al país una salida institucional a una crisis social y por responder a las demandas de los chilenos modernos de más igualdad y una democracia más inclusiva y participativa.

¿Por qué la rechazaron?

Después de mucha deliberación, el borrador final de la constitución revisada fue presentado a Boric, el sucesor de Piñera, en julio de este año. Aunque la mayoría de los votantes chilenos apoyaron la idea del cambio constitucional en octubre de 2020, aparecieron divisiones sobre el borrador propuesto.

Poco después de que se hiciera público el borrador, diferentes encuestas comenzaron a mostrar una tendencia creciente hacia el rechazo de la carta, y el gobierno reconoció públicamente ese escenario. La constitución derrotada habría sido una de las más progresistas del mundo, dando al estado un papel de primera línea en la provisión de derechos sociales.

El borrador ponía un fuerte énfasis en la autodeterminación indígena y en la protección del medio ambiente, y habría desmantelado el sistema de derechos de agua altamente privatizado. Había exigido la igualdad de género en todas las instituciones públicas y empresas, y consagrado el respeto a la diversidad sexual. También preveía un nuevo sistema nacional de salud.

La derecha argumentó que el borrador desplazaría al país demasiado hacia la izquierda, o que era demasiado ambicioso y difícil de convertir en leyes eficientes. En el período previo a la votación, incluso algunos de sus partidarios de izquierda querían que se hicieran ajustes, con su lema "aprobar la reforma". La oposición ha prometido comenzar un nuevo proceso para reescribir la constitución, prometiendo a los votantes que la próxima reflejará mejor sus intereses.



Sobre el autor

Andrés Camacho

Director general

Cofundador de la Revista Cara & Sello. Politólogo o al menos eso dice el cartón que cuelga en mi pared. Amigo de la literatura y la música. Columnista semanal: escritor desde de lo cotidiano y lo marginal.



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