Política

Estudio comparativo entre Hobbes y Smith: un análisis a la conducta humana

Tiempo estimado de lectura: 9 min
2022-08-23 por Dayanna Díaz

Introducción

Al inicio del texto El Leviatán, Hobbes propone la separación del cuerpo humano del cuerpo contractual, con ello, se busca establecer una serie de elementos constitutivos de la naturaleza humana, proporcionando igualmente una serie de definiciones, pero para plantear dicha separación establece que la naturaleza se divide en dos: 1) naturaleza divina o como Dios gobierna; 2) naturaleza humana o la forma en que se imita a Dios. No obstante, se debe tener en cuenta, que la naturaleza no puede ser limitada a la creación de un animal artificial (Estado o Leviatán), sino que se debe tener presente el momento en que los hombres están en un estado natural que los lleva a auto preservarse, búsqueda y obtención del poder y a la inherencia de pactar con otros. Es decir, la construcción del concepto de naturaleza y sumando a ello la conducta humana, no puede ser propuesta desde una única definición, ya que será necesario analizar el deseo de sobrevivir, pero a la vez los deseos de destrucción. Al hacerse referencia al estado de naturaleza se sobreentiende que hay un estado de guerra contante, situación que permite entrever el egoísmo de los hombres, la competencia, la enemistad y la desconfianza.

Contraposición: Hobbes y Smith

Para Hobbes (1914) el hombre es una máquina de movimientos que razona, por lo que sus pensamientos e imaginación son únicamente resultado de lo percibido por sus sentidos y su comportamiento se debe, a la experiencia adquirida con el tiempo y por su compresión del comportamiento ajeno, adicionalmente, debe establecerse una relación hombre y entorno y para ello, se hace uso del lenguaje, el cual le permite atribuirle características y pensar; a su vez, el uso del lenguaje y el reconocimiento del entorno le proveen la noción espacio y tiempo, aspectos que no pueden ser pensados individualmente. Cuando se comprende que dichas nociones van de la mano, se reconoce que los sentidos lo engañan, ya que todo lo que percibe es productos del entorno, es decir, no es una construcción propia, de modo que aquello que es entendido como hombre y conducta humana se dan como consecuencia de lo que ocurre en el medio físico. Pero este reconocimiento no solo le hace comprender que lo visto a sus ojos es engañoso, sino que lo pueden amenazar, es por ello, que hace lo posible para alejarse de la muerte.

La agrupación de los hombres en sociedad se da porque existe el deseo de protegerse y reconocen la disponibilidad de recursos, sin embargo, aunque la asociación se dé como forma de obtener bienes en común, existen momentos en que habrá escasez, lo que implica que para auto preservarse se debe competir, pero este deseo no se debe entender como malo o negativo, sino que hace parte de la capacidad de razonar, pensar estratégicamente y ejercer relaciones de poder. Este último punto es crucial para la teoría hobbesiana, ya que demuestra que, aunque el hombre ya cuenta con suficiente poder, lo buscara más, incluso cuando no le sea este de utilidad.

Ya con esta contextualización, es necesario hablar de los lineamientos generales presentes en la teoría moral de Hobbes. De acuerdo con Martínez (2008) la moralidad teórica de este autor se encuentra fundamentada en la disminución de la apatía, limitar el derecho natural y el deseo ilimitado de poder entre los hombres, pero cada compromiso individual y grupal se van a basar en el egoísmo. También, el hombre es egoísta por naturaleza y su principal objetivo es lograr satisfacer sus propias necesidades, incluso si necesita pasar por encima de los demás, asimismo, el grado de autoconservación depende de que tan inseguro se encuentra y su ingenio (estrategia). Posterior a ello, el hombre comprende que no puede seguir viviendo en ese estado, por lo que asume que debe integrarse o vivir en comunidad, ceder sus derechos y vivir sometido a un poder superior, de este modo, nace el contrato social, pero para el contractualista es claro que el hombre no se asocia porque tenga la tendencia a hacer las cosas, de forma desinteresada y pasar incluso por encima de sus propios intereses, lo hace porque entiende que es la única forma de preservar su vida y sus metas.

Aunque esta ha sido una visión defendida por muchos, en la Teoría de los sentimientos morales, obra que fundamentó en gran medida La riqueza de las naciones, Smith (1997) determinó lo siguiente: “Por más egoísta que se pueda suponer al hombre, existen evidentemente en su naturaleza algunos principios que le hacen interesarse por la suerte de otros, y hacen que la felicidad de estos les resulte necesaria, aunque no derive de ella nada más que el placer de contemplarla” (p.49). Pero dicha empatía no solo está presente en los momentos de felicidad, sino en momentos de dolor, que llevan a los hombres sentir lástima y compasión por los demás. Aunque con el tiempo se va adquiriendo experiencia, no logramos entender completamente la necesidad del otro y mucho menos sus intereses, pero es posible que con la memoria y la imaginación podemos hacer una representación de las impresiones del otro.

La naturaleza humana empuja a los hombres a reconocer que son débiles y necesitan del apoyo mutuo, con ello, se puede afirmar que los individuos sienten una serie de alivio cuando saben que los demás sienten sus mismas pasiones (sentimientos y emociones), pero cuando sabe que las pasiones de los demás no corresponden con los de él, se siente en un estado de amenaza tal como la muerte. Adicionalmente, cada manifestación de sentimientos debe ser ponderada por la razón o la causa para dicha respuesta emocional y qué consecuencia trae ello, específicamente, el entorno permite juzgar la situación y responder de la mejor forma, para Smith el comportamiento humano se encuentra media por la manifestación de emociones y esto, es clave para comprender que la razón está detrás de ello, las pasiones y la capacidad de raciocinio se encuentran estrechamente relacionadas, lo que daría a entender por qué existe un alto grado de subjetividad, que, de acuerdo a la situación, permite analizar los hechos objetivamente.

Al igual que Hobbes, Smith propone una serie de conceptos que, según él, todos se dan no porque sean propios de la conducta humana (afectan el cuerpo), sino que son producto de la imaginación. Primeramente, existen una serie de pasiones que son relacionadas con el comportamiento animal, ya que genera en los hombres un sentimiento de exaltación y placer que los hace sentir bien, pero pasado el efecto genera la sensación de rechazo, por ello, se evitan tales demostraciones y se establecen limitaciones. Características como el amor, la ambición, la perdida de dignidad, el abandono, el desprecio grupal, el temor por lo que puede pasar en un futuro, miseria y la dependencia a necesidades básicas son más intensas que los sentimientos físicos, ya que la imaginación puede ser moldeada y condicionada, es por ello, que todo sufrimiento y felicidad en medida están ocasionados por una serie de ideas que siempre estarán presentes. De acuerdo con la pasión que se experimente, causara diferentes grados de empatía o apatía, es decir, la compresión de la felicidad y el dolor no es igual en cada individuo, pero eso no lo excluye de sentir algo, por más leve que sea, esto como lo explica (Smith, 1997) pueden sentir una fuerte necesidad de generar daño al otro y a la vez, busca proteger a los demás, esto hace que constantemente los hombres sientan afecto e indignación y desprecio por los demás. Por otra parte, los hombres son más felices, con pequeños placeres, es decir, con cosas pequeñas, pero cuando se alegra el alma con objetos exuberantes o sus sentidos responden a eventos exagerados que les generan satisfacción, hace de estos seres, individuos egoístas, banales y frívolos.

Conclusiones

Para terminar, se debe hacer un paralelo entre la conducta humana de la teoría hobbesiana y otra de la teoría liberal. Son evidentes sus grandes diferencias, ya que para Hobbes todo comportamiento o conducta debe ser analizado a la luz de lo que es el Estado, proponiendo un antes y un después entre el estado natural y el estado civilizado, con ello presenta grandes matices comportamentales; esto da pide a afirmar que todo deseo humano es saciado en la medida que ese único individuo se vea así mismo beneficiado, pero no busca el beneficio para los demás, de algún modo, el otro se convierte en una especie de herramienta o medio para cumplir sus intereses. Por otra parte, la teoría liberal de Smith es estudiado no desde el marco económico (eso solo lo plantea en La riqueza de las naciones), sino desde la cotidianidad de la vida de los individuos y grupos sociales, para él, la simpatía juega un papel predominante en la forma en que se logran beneficios propios y mutuos, es consiente, claro está, que el hombre es egoísta, ya que dicho sentimiento hace parte de las sensaciones humanas, pero sabe, igualmente, que existe un sentimiento de apoyo y ayuda, respaldado por la felicidad y el bienestar, por lo que, para él, es un error afirmar que el hombre únicamente es egoísta.



Sobre la autora

Dayanna Díaz

Escritora

Gestora bibliotecaria y politóloga. Apasionada por la filosofía política, la psicología social, política y secular, y las investigaciones de carácter económico. Amante de los gatos y una cerveza fría.



El contenido de este artículo es propiedad de la Revista Cara & Sello



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