Política

Los hijos de la guerra

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En Buenaventura se nace con la pobreza tatuada en el vientre. Cientos de mujeres no tienen acceso a los cuidados prenatales. La Asociación de Parteras de Buenaventura es la mejor opción que tienen para acceder a la atención médica, donde se rescata el conocimiento afrocolombiano. Los recursos de estas mujeres, embarazadas en algunas ocasiones por miembros del crimen organizado, son escasos. Pero la medicina tradicional es su salvación.

A pesar de que Buenaventura tiene la distinción de llamarse Distrito Especial, cuenta con tan solo ocho Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud. Su población rural y urbana, junto con los municipios pequeños que se encuentran en su área de influencia, alcanza las 500 mil personas. Adicionalmente, de acuerdo con el informe Buenaventura Cómo Vamos, la cobertura en salud del régimen subsidiado ha disminuido con el paso de los años. Para el 2019 disminuyó en 0,25% la cobertura respecto al 2018.

La tasa de mortalidad en menores de cinco años, en Buenaventura, es de las más altas del país. Según Buenaventura Cómo Vamos, en su informe del 2019, la desnutrición es la principal causa de mortalidad en niños menores de cinco años: 31 de cada 100.000 niños mueren por hambre en este municipio. Así mismo, de cada 1000 nacidos vivos, 22 mueren sin alcanzar el primer año de vida.

La tasa de mortalidad en menores de cinco años, en Buenaventura, es de las más altas del país.

De igual forma, se estima que para el 2019, el 10,53% de los recién nacidos están calificados con bajo peso. Respecto al 2018, esta cifra aumentó en un 1,4%; se espera que para el 2020, el impacto haya sido mucho mayor debido a la pandemia del COVID-19. Por otra parte, la cobertura en vacunación infantil alcanzó un 85,2% para el año 2019, representando un retroceso del 4,92% respecto al 2018.

Sumando el precario estado de la salud pública en el puerto, se adiciona que la Asociación de Parteras de Buenaventura debe enfrentarse con los grupos armados, debido a que pretenden evitar el nacimiento de los que serían sus hijos. Las parteras se encuentran en el fuego cruzado, deben pedir permiso para entrar a ciertas zonas de la ciudad controlados por diferentes grupos.

La Asociación, así mismo, pretende defender el conocimiento surgido por parte de las raíces afrocolombianas de esta población. En el 2017, el gobierno colombiano adhirió sus prácticas milenarias dentro de la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación. Esta lista cuenta con plantas medicinales, aromáticas y alimenticias, que son utilizadas para diversos síntomas que presenta la madre o el recién nacido.

Por lo tanto, los hijos de la guerra, en Buenaventura, deben nacer con los saberes tradicionales de la región. No obstante, está demostrado que la ausencia de un sistema de salud que garantice los cuidados prenatales tiene consecuencias en los altos índices de desnutrición de los niños, y el aumento de la tasa de mortalidad infantil. Invertir en la salud de Buenaventura, como mencionan algunos, no es como meterle perfume a un bollo.



Sobre el autor

Andrés Camacho

Director General

Cofundador de la Revista Cara & Sello. Politólogo o al menos eso dice el cartón que cuelga en mi pared. Amigo de la literatura y la música. Columnista semanal: escritor desde de lo cotidiano y lo marginal.



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