Política

Para qué dejar de preferir la guerra, si hay rumores de ella

Tiempo estimado de lectura: 6 min
2022-04-19 por Eliana Mejía

Pareciera como si el tema de la guerra estuviera encontrando la forma de salir de las grietas en las que se le guardó cuando se privilegiaron los tratados de paz, las cartas pacíficas de las organizaciones internacionales o la estipulación de principios sobre la solución pacífica de las controversias. Al parecer, nos encontramos ad portas de dejar la ilusión de paz a un lado para cambiarla por la constante presencia del enemigo en las sombras que busca el quiebre a como dé lugar, es decir, un ambiente bélico.

La situación actual a la que me refiero no es más que la de Rusia-Ucrania, pues en el preciso momento en que Rusia intervino en el territorio vecino, los ideales de paz se desvanecieron en esa parte del mundo, bien sea por la defensa de sus intereses o sus deseos de reimperialización. De esta manera, ante la comunidad internacional y por las sanciones impuestas no ha quedado muy bien parado, pero como si eso le hubiera generado alguna gravedad, el presidente Putin ha continuado con sus propósitos, dejando de lado los efectos del rechazo de occidente y privilegiando la guerra a la que tanto le tememos.

Si bien ya podemos esperar cualquier cosa del presidente ruso, el aspecto que más llama la atención aquí es que sea occidente quien prefiera acoger estrategias de “defensa” como si ya las organizaciones internacionales no tuvieran suficiente para dejar a un Estado desprotegido a pesar de las tantas políticas de defensa en el mundo.

Este es el caso de la aprobación de la nueva “Brújula Estratégica” de defensa de la Unión Europea. Como se sabe la UE hasta antes de esta noticia, no tenía ningún tipo de fuerza militar que llevara las banderas de esta organización aparte de las de la OTAN. Ahora bien, en las últimas horas del 21 de marzo de 2022 se hizo la aprobación de la estrategia que parece estar encendiendo más el conflicto que satisfaciendo uno de los objetivos de la nueva medida como lo es contribuir a la paz y la seguridad internacionales, pues si más de la mitad de sus miembros se encuentran en la ya conocida organización del atlántico norte, la cual es cabeza indirecta del conflicto entre ucranianos y rusos y no han desarrollado acciones contundentes para solucionar el conflicto, la necesidad de una nueva fuerza militar con las mismas características, Estados compartidos y bajo los mismos supuestos principios de paz no parece ser la mejor creación que se haya generado en Europa.

Lo anterior, debido a que ahora se destinarían más soldados, expertos en misiones totalmente equipados, generar mejoras militares y en la toma de decisiones rápidas, hacer uso del Fondo Europeo para la Paz y muchas otras medidas que aportarán la solidez necesaria para enfrentar los retos en defensa que parecen bastante sonados por este tiempo

¿No era suficiente con destinar más apoyo a la OTAN para que continuara con sus deseos belicistas? ¿O dirigir ese gasto militar en ayudas para Ucrania ante el asedio de Rusia? Pero claro, ¿cómo vamos a privarnos de demostrar el equilibrio de poder frente a nuestros enemigos? O a salvaguardar nuestros propios intereses como unidad europea antes que la vida de miles de ciudadanos ucranianos. Ahora, ¿para qué dejar a un lado la guerra e insistir en las salidas pacíficas si la guerra es una realidad latente en el territorio vecino?

Por otro lado, es posible encontrar razones de peso que demuestren que es necesaria la estrategia, puesto que uno de los intereses de la Unión Europea es el de ganar la autonomía que ha venido perdiendo con la OTAN y Estados Unidos a raíz de la dependencia de su seguridad regional que ha quedado supeditada a lo que se decida en la organización del Atlántico Norte, desconociendo la potestad de aquellos miembros de la UE que tienen contrastes con estas posiciones, ya que tienen mucho más que perder que aquellos cuyas medidas propuestas por la OTAN son, sin pensarlo, el mejor castigo que merecen por la intervención en Ucrania.

Además, no cabe duda que el contexto que se vive en las inmediaciones de Europa requiere de la defensa y seguridad adecuadas para proteger a las naciones y su soberanía de la amenaza latente que se ha llevado a cabo en estos días, pues a mayor riesgo, mayores deben ser las medidas que se tomen para contrarrestarlo y evitar que afecten la supervivencia del Estado, en este caso los Estados miembros de la UE.

Ahora bien, el objetivo de esta estrategia, es hacer de la UE un proveedor de seguridad más fuerte y más capaz , cosa que se lograría si adquirieran el poder de blindar su territorio por medio de la nueva estrategia y que las amenazas no pasen de ese punto, pues muchas veces para evitar la contienda entre países tan solo se necesita equiparar fuerzas, milicias y poder, para ejercer la disuasión ante fuerzas paralelas, donde la intensión de guerra, como lo mencioné anteriormente, resulte siendo la clave para la pacificación. Tal como fue posible ver en la guerra fría, donde las fuerzas nucleares llevaron las confrontaciones a un nivel en el que ninguno de los dos bandos pudo superarse. Por tal motivo, cuando un país ve que su vecino o su oponente ha adquirido armas o municiones, la desconfianza tiende a llevar al otro a armarse de la misma forma y demostrar que le puede generar el mismo daño y así abrir paso al dilema de la seguridad de Herz, aspecto que la UE ha identificado por parte de Rusia.

Para finalizar, siempre encontraremos posiciones divididas sobre lo que significan las decisiones de las personas en eminencia, pero vale la pena determinar con profundidad el conocimiento para tener una visión más clara de la dinámica de los conflictos mundiales, eso sí, es esencial no tomar partido sobre los que aparenta ser bueno y lo que a simple vista es lo malo. La objetivación de las cosas abre la puerta a la posibilidad de plantear nuevas maneras de pensar bajo perspectivas comprobables y eso genera el conocimiento al que todos deberíamos llegar.



Sobre la autora

Eliana Mejía

Escritora

Cristiana y apasionada por la vida, tratando de escribir para mostrar lo que aprendo y lo que considero importante expresar. A un año de ser internacionalista y, como si no quisiera tener ratos libres, iniciando Derecho.



El contenido de este artículo es propiedad de la Revista Cara & Sello



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