⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐✩✩ - 8/10
A pesar de algunos elementos sobrantes, A Silent Voice es un poderoso drama sobre amistad y redención con un profundo análisis psicológico de sus personajes.

A Silent Voice (ASV) es una película de drama y animación japonesa producida por Kyoto Animation, dirigida por Naoko Yamada y escrita por Reiko Yoshida. Basada en el manga homónimo de Yoshitoki Ōima, la historia sigue a Shoya Ishida en su búsqueda por enmendar su pasado donde atormentó a Shoko Nishimiya, una chica sorda, al punto de hacer que se cambie de colegio. Un hit que desde hace tiempo quería ver, indudablemente satisface visualmente y golpea emocionalmente gracias a su bella animación y buena historia. Es poco común ver situaciones así de crudas en una película animada, pero siendo anime esto no es nada nuevo. Hay un par de factores que sobran, no hacen sentido y afectan a cierto nivel el ritmo del final, pero dejándolos a un lado, ASV definitivamente es una imaginativa y fuerte exploración sobre las relaciones humanas en las etapas tempranas de la vida.

Empezando por lo visual, es una maravilla la animación. Impecable y colorida. Está presente el concepto de “aspect-to-aspect”, el cual nos muestra diferentes aspectos o puntos de vista de un momento o lugar. La dirección y edición entran en juego para sacarle el máximo potencial a esto junto a la animación, dándonos la oportunidad de maravillarnos y adentrarnos más en esta historia. Es interesante como esto ayuda en los tintes surrealistas de la película, ya que a veces vemos sueños, visiones o puntos de vista en transiciones o cortes en escenas. Lo más interesante y creativo es la manera en que se expresa la ansiedad y constante vergüenza de Shoya, representadas por una “X” en el rostro de las personas. No puede hablarles directamente mucho menos ver a los ojos, pero esto irá revelando poco a poco su progreso y evolución hacía expiar sus acciones.

Lo que nos lleva a lo intrigante que es ver los diferentes perfiles ante el acoso o bullying. Desde quien se une y busca huir de las consecuencias hasta el que se hace de la vista gorda y se absuelve de culpa, todos los personajes secundarios juegan un rol (bastante apegado a la realidad) en la exploración emocional de esto. Pero nada más es el catalizador de la trama, ya que en su gran mayoría ahonda en las relaciones interpersonales, especialmente en la amistad. Nuestros protagonistas huyen, se chocan y afrontan fuertes situaciones y emociones a través de querer entender lo que es ser amigos remediando su tormentoso pasado. Es aquí donde la animación, bella música (principalmente piano) y dirección junto a la buena historia nos llevan por este pintoresco proceso de encontrar la aceptación, perdón y redención de la manera en que solo los japoneses saben hacer.

Hablando de las relaciones entre personajes y el papel que estos juegan en los temas de la película, hay algunos aspectos que no encajan. De la nada sucede que un personaje se enamora de otro, pero después que esto es expuesto se acaba el tema y termina aportando nada. También hay un personaje cuyas acciones nacen de un contexto y trasfondo que poco se da a conocer. El cruel comportamiento de este prevalece hasta el final sin servir algún propósito a la trama. Me costó percibir el golpe emocional del final, siento que el ritmo de este afecta el captarlo en sí, pero, en definitiva, es un bonito final. ASV nos muestra una conmovedora historia con su buen toque de creatividad y encanto visual, explorando temas difíciles a través de los tormentos psicológicos de jóvenes que no se entienden, pero quieren entenderse. El arduo trayecto de sus protagonistas es uno que seguramente moverá algunas de tus convicciones y, sin lugar a duda, todas tus emociones.

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