Sociedad

Latrofobia

Tiempo estimado de lectura: 3 min
2020-10-22 por Andrés Camacho

Parece que en Colombia existe una latrofobia generalizada: odiamos a los médicos. En uno de los puntos más álgidos de la pandemia, la aversión hacia las personas que trabajan en el sector de la salud se hizo cada vez más visible. Un hecho de moda entre los colombianos: una semana odiamos a los venezolanos, a la otra odiamos a los médicos.

Los medios de comunicación muestran cómo amenazaron a personas que trabajan en este sector por el temor a que estas personas propagaran el COVID-19 por sus barrios y edificios. Sin embargo, fue noticia mundial que en Colombia un médico recibió una corona fúnebre por la muerte de un paciente a causa del virus. Típico de las telenovelas que nos representan a nivel internacional.

Fue noticia mundial que en Colombia un médico recibió una corona fúnebre por la muerte de un paciente a causa del virus.

No obstante, la latrofobia se refiere a poseer una aversión respecto a cualquier procedimiento médico hasta de tipo psicológico, es decir, un tratamiento para esta condición es aún más complejo debido a que no los pacientes aceptan le temen a la terapia. Para suerte de muchos colombianos, la vicepresidenta afirmó que las profesiones, como psicología, ya tienen suficiente oferta en el mercado laboral, por lo tanto, deberían enfocarse en ocupaciones que les otorgue un beneficio económico.

Sin embargo, esto trasciende más allá de los miedos y creencias que tenemos como país, se refiere precisamente a la forma en cómo solucionamos los conflictos o el modo en que aceptamos la pérdida de un ser querido. Creer que los médicos tienen el poder de curar a un paciente, de cualquier enfermedad, no es más que un pensamiento pueril. Es una negación a la realidad, una sensación de que todo va a salir bien como en una película.

Se refiere precisamente a la forma en cómo solucionamos los conflictos o el modo en que aceptamos la pérdida de un ser querido

Por otra parte, usar la coerción para solucionar los problemas, no es más que una condición típica de nuestra historia como nación. Colombia, como muchos otros, es un país violento que ha logrado, durante su historia, solucionar sus problemas usando la severidad. La noción acerca de solucionar nuestras problemáticas con amenazas, y violencia letal, nos definió por muchos años en términos sociales y políticos, pero aún aparecen vestigios que visibilizan realidades ocultas.

En conclusión, hacer visible estos acontecimientos demuestra que, al contrario de como se había creído, en el país aún se solucionan las problemáticas a través de la violencia. Cambiar este tipo de creencias es una tarea que toma años debido a que se encuentra arraigada en la cultura del país, sin importar la zona geográfica ni las condiciones socioeconómicas.



Sobre el autor

Andrés Camacho

Director General

Cofundador de la Revista Cara & Sello. Politólogo o al menos eso dice el cartón que cuelga en mi pared. Amigo de la literatura y la música. Columnista semanal: escritor desde de lo cotidiano y lo marginal.



El contenido de este artículo es propiedad de la Revista Cara & Sello



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