⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ - 10/10
Atractiva fantasía y cínica realidad, la perfecta combinación de sentimientos provocativos que es American Beauty la hacen una experiencia bellamente irresistible.

American Beauty (AB) es una película de drama y comedia negra dirigida por Sam Mendes (SM), escrita por Alan Ball (AlBa) y protagonizada por Kevin Spacey (KS) junto a un gran reparto en roles secundarios. La historia sigue a Lester Burnham, un hombre que busca reinventarse cuando sufre una crisis existencial al enamorarse de la mejor amiga de su hija. Una de las mejores películas que he visto en mi vida, AB es un poema icónico sobre el significado de la vida, la belleza y la reivindicación. Ya sea por su excelente y cínico guión, teátrica y estática dirección, perfectas y precisas actuaciones o rítmica música, todos los componentes de esta sátira la hacen merecedora de incluirla en toda lista de “películas que hay que ver antes de morir”.

Con diálogos tan buenos como atrevidos y narrativa tan fluida como evocadora, AB es una gran razón para estar tristes de que AlBa no haya estado de lleno en el cine estas últimas dos décadas. Lo que escribió es una magnífica obra de teatro metafísica en una película de dos horas, un descarado recuento sobre lo triste y aplacador que puede esconder una vida común y corriente además de lo emocionante y pleno que hay en la misma si uno decide “mirar más cerca” (lema de la película). Es aquí donde se hizo una gran colaboración con SM. Mucho de su espléndido trabajo recae en tomas estáticas y lentos paneos o acercamientos, manteniéndonos al margen para estar más atentos y clavados en la historia. Su trabajo con el cinematógrafo Conrad Hall es una directa manifestación de su experiencia dirigiendo teatro, especialmente por la iluminación. Ya sea dentro de una fantasía o en los rostros de los personajes, ese toque teatral hace que el guión cobre vida en una majestuosa obra visual.

Hablando de los personajes, AlBa logró concebir un conjunto de seres inmaculados en su exterior, pero en total tormento en su interior. Estos seres imperfectos son perfectamente actuados por todo el elenco, destacando la actuación de KS como el ensimismado Lester. El arco de este protagonista tiene un trayecto y cierre buenísimos, el cual avanza en buena medida junto al desarrollo de los demás personajes hacia un final etéreo. Un final que se eleva por la misma narración protagónica que convierte esta película en un relato sobre lo que se esconde en el satírico día a día de lo convencional. No solo es la narración la que brinda el toque metafísico, también lo hace la música. Compuesta mayormente por instrumentos de percusión, la banda sonora se enfoca en dar ritmo a la película y en especial los sonidos metálicos ayudan a los momentos de fantasía y metafísica. Lo que se logra es un efecto hipnótico que acompaña a lo atractivo y cínico de la vida ordinaria… nos engancha… nos guía… nos invita… efectivamente…a mirar más cerca.

SM se consolidó como un innovador en el cine, mucho habla de un director que en su primera vez logra tal colaboración con un guionista, cinematógrafo y elenco de actores. Inclusive en su edición se mostró distintivo, los cortes repentinos y tomas repetidas en las escenas de fantasía le dan un tono único a estos momentos. Por más de veinte años se ha repasado el mensaje (o mensajes) en el guión de AlBa, a lo mejor escondido en el simbolismo de las rosas o el fuerte sentimiento que evoca el color rojo. Cada uno encontrará un mensaje que encaje con su existir, pero sin duda alguna: la vida esconde belleza detrás de cada cosa y las segundas oportunidades llegan tarde o temprano (reflexión parecida a la de la próxima película de la cual escribiré). Por lo pronto, no puedo dejar de recomendar, mucho menos de repetir, esta bella e irresistible obra maestra.

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