Política

Lo que necesitas saber sobre Afganistán

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Mucho se ha hablado en las últimas semanas de Afganistán, un país de Asia con una posición estratégica que está en el ojo del huracán por el avance de los talibanes al poder, sin ninguna oposición por parte de las fuerzas armadas del país; pero alrededor de esto, a pesar de que hemos recibido mucha información sobre el tema, han surgido muchas dudas de quienes pretenden entender ¿Cómo se llegó a este punto?

Primero, ¿Cómo inició el problema? A finales de los años 70, dado que la Guerra Fría estaba en su punto más álgido había intereses de Estados Unidos por acceder a los recursos y establecerse en Medio Oriente y Asia Central, pero la URSS no quería tener a Estados Unidos en su zona de influencia, así que instauraron un gobierno comunista en Afganistán. Como rechazo al nuevo gobierno, surgió la rebelión de los Muyahidines dentro de Afganistán y desde Pakistán donde muchos jóvenes desplazados por la invasión soviética recibieron entrenamiento de los servicios de inteligencia pakistaníes (financiados por la CIA), suministros, financiación y logística por parte de Gran Bretaña, Estados Unidos, Pakistán, Irán, China, Arabia Saudita e Israel para derrocar al gobierno ateo liderado por la URSS, pues éste perseguía y asesinaba a quienes profesaban el Islam. El gobierno comunista duró hasta 1992 y de ahí en adelante se instauró el gobierno de los Muyahidines y el país pasó a llamarse el Estado Islámico de Afganistán.

Cabe resaltar que la lucha de los Muyahidines y el apoyo que recibieron les dio la idea de verse a sí mismos como luchadores contra la ocupación extranjera cuyo destino era defender sus tierras de la ocupación soviética que había en el momento, lo cual le añadió a todo esto un tema religioso y moral, aparte del tinte político que ya tenía.

¿Quiénes son los talibanes? Los talibanes son un grupo político y militar fundmentalista islámico cuyo origen se cree que data de los primeros años de la década de los 90 del siglo XX, es decir que los soldados Muyahidines que lucharon contra la URSS establecieron las bases para quienes posteriormente serían los talibanes. Muchos de los que serían posteriormente llamados talibanes realmente fueron niños desplazados por la guerra a Pakistán y educados en escuelas fundamentalistas, llamadas Madrasas, a través del movimiento Deobandi, con el propósito de recuperar su tierra. Cuando lograron su cometido y tomaron las riendas del país en 1996 continuaron con el apoyo de Pakistán y de Arabia Saudita, país que promueve el “Wahabismo”, una corriente moderna del islam que aboga por una lectura estricta de las sagradas escrituras y la recuperación de valores conservadores.

Los soldados Muyahidines que lucharon contra la URSS establecieron las bases para quienes posteriormente serían los talibanes.

Al tener a dichos países como aliados, el régimen talibán controló Afganistán y a su población a su antojo y según su versión particular del Islam y posteriormente le cambiaron el nombre del país al Emirato Islámico de Afganistán, bajo el poder de Mohamed Omar quien gobernó hasta 2001.

Luego de perder el poder político de Afganistán, los talibanes se mantuvieron con ingresos de hasta US$1.500 millones al año, por inversiones extranjeras, al cobrar impuestos a quienes transitan en su territorio y en parte gracias a que Afganistán es el mayor productor de opio en el mundo y, según la BBC, la mayoría de las amapolas utilizadas para producir heroína se cultivan en áreas controladas por el grupo armado.

¿Son los Talibanes una representación del Islam? No, y el asumir esto realidad solo promueve la islamofobia. Por un lado tenemos el Islam que es una religión universal y monoteísta que surgió entre los árabes, pero inevitablemente se extendió a otros pueblos y surgieron diversas corrientes que se distinguen por el tipo de lectura (desde la moderada hasta la más ortodoxa y extremista) que se hace de la Sharia (ley islámica) y por otro lado tenemos a los talibanes, quienes son un grupo que considera que todos los aspectos de la vida se deben ceñir a su interpretación particular, ortodoxa y fanática del Corán, pero evidentemente no representan al Islam ni a sus millones de fieles.

¿Qué significa para Afganistán que los talibanes ocupen el poder? Ya que su propósito es expandirse y controlar el territorio para poder instaurar el Estado Islámico radical en la constitución afgana hay un temor generalizado pues, a pesar de que entre 1996 y 2001 eliminaron la inestabilidad que le generó al país el conflicto interno, establecieron su interpretación radical de la Sharia y una serie de leyes muy estrictas que afectaron principalmente las libertades y derechos de personas homosexuales, niñas y mujeres

Los talibanes, evidentemente, no representan al Islam ni a sus millones de fieles.

Según la interpretación de la Sharia de los talibanes, la homosexualidad está totalmente prohibida y se castiga con la muerte. Esto somete a las personas, no sólo a un castigo radical, sino a llevar una vida de terror por temor a ser descubiertos y no poder vivir libremente, cuando muchos jóvenes que se identifican como homosexuales llevaban una vida normal hasta antes de la llegada de los talibanes.

En el caso de las mujeres, durante el gobierno talibán se les prohibía estudiar, trabajar fuera de sus hogares, realizar actividades fuera de casa si no eran acompañadas por un hombre, debían utilizar el burka, que es un tipo de vestido que las cubre totalmente, no podían usar maquillaje ni colores vivos pues se consideran “sexualmente atractivos”, entre otras prohibiciones sin sustento. En caso de no cumplir dichas normas eran azotadas públicamente y quienes eran acusadas de mantener relaciones fuera del matrimonio eran apedreadas públicamente.

Por ahora los talibanes afirman que las mujeres tendrán derechos en el marco de la ley islámica”, pero una promesa en torno al respeto de las personas homosexuales es algo impensable. Por el momento, los cambios que se han presentado han sido la ausencia de presentadoras en los principales canales de noticias, el uso obligatorio del burka, que las mujeres deben estar acompañadas por un hombre y que se retiraron las imágenes de mujeres sin velo, con maquillaje y con vestidos de fiesta, pero como las acciones pesan más que las palabras, ya se reportó el asesinato de una mujer en plena calle por salir con “ropa colorida y sin burka”.

¿Cuál es el papel de Estados Unidos? Luego del fin de la Guerra Fría Estados Unidos no estuvo muy presente en Afganistán hasta que el 11 de septiembre de 2001 se dio el atentado a las torres gemelas por parte de Al-Qaeda. Tras el atentado se formó una alianza con la OTAN y liderada por EE.UU. Bajo el nombre de operación "Libertad Duradera", se ocupó Afganistán y se enviaron tropas para encontrar a los responsables del 9/11 (Al-Qaeda en cabeza de Osama Bin Laden) y derrocar al régimen talibán que les otorgó refugio, pues existía el antecedente de que varios fundadores de Al-Qaeda (entre ellos el mismo Bin Laden) habían combatido con los Muyahidines para expulsar a los soviéticos de Afganistán.

De ahí en adelante EE.UU. se planteó como propósito darle fin a la “guerra contra el terrorismo” a través de la persecución de Osama Bin Laden, la cual inició en 2001, pero finalizó hasta 2011 cuando el líder de Al-Qaeda fue dado de baja, retirando del poder político a los talibanes y llevándolos a actuar desde las sombras.

Bajo el nombre de operación "Libertad Duradera", se ocupó Afganistán y se enviaron tropas para encontrar a los responsables del 9/11...

Lejos de que esta fuera una operación altruista para proteger al mundo de los terroristas, los miembros de la OTAN perforaron, sólo en la cuenca del Amu Daria, 322 pozos, donde se estima que hay entre 500 y 2.000 millones de barriles de crudo. Sumado a esto, el proceso de construcción de Estado implementado en Afganistán nunca se llegó a consolidar y la pobreza, la corrupción y las promesas incumplidas crearon el entorno perfecto para que muchos afganos desconfiaran de la presencia y las buenas intenciones de Occidente en su territorio.

Mientras esto sucedía, las filas de los talibanes se fortalecieron y aprovecharon la debilidad del Estado y la mala imagen de la intervención en Afganistán para reconstruirse, adquirir cierto grado de popularidad y reforzar sus formas de financiación.

Además, Afganistán tiene una posición privilegiada al ubicarse en el corazón del continente asiático, lo cual le permitía a Estados Unidos monitorear a China, Rusia, Pakistán e Irán desde el aeródromo de Bagram, una de sus bases militares más importantes.

¿Cuáles fueron los costos de la guerra? Luego de muchos años en los que Estados Unidos le apostó a luchar contra los Talibanes mientras entrenaba y reformaba a las fuerzas afganas también gastó más de 2 billones de dólares en la guerra de Afganistán, 800.000 millones en costos directos de la guerra y 85.000 millones para entrenar a las fuerzas afganas, entre otras inversiones para mejorar la gobernanza, ayudar al desarrollo económico y social y combatir el tráfico de drogas, pero también perdieron 2.448 miembros de sus Fuerzas Armadas.

A esto se le suman los más de 66.000 efectivos militares y policías afganos y los 47.000 afganos que fallecieron junto con los costos económicos, políticos, sociales y de desarrollo que hicieron de Afganistán un país estancado.

¿Por qué Estados Unidos retiró sus tropas? Para Estados Unidos era claro que la acción militar no iba a resolver el conflicto, esto sumado a los costos que le acarreó la guerra y a que el país no pudo desarrollar una estructura estatal fuerte. Es por esto que decidieron reducir progresivamente a los efectivos militares, sin tener en cuenta que el poder y la presencia de los talibanes fue aumentando, lo cual terminó con la situación actual.

Durante los periodos presidenciales de Barack Obama hubo un aumento de las tropas que se enviaron a Afganistán pues previamente Bush lo había estipulado así, pero para 2014 se anunció que estas iban a disminuir con el objetivo de entregar las responsabilidades de seguridad de los afganos lo cual no llegó a completarse pues casi al final del mandato de Obama, se estableció que la “frágil situación de seguridad en el país significaba que la retirada total que había esperado no era factible”.

Decidieron reducir progresivamente a los efectivos militares, sin tener en cuenta que el poder y la presencia de los talibanes fue aumentando, lo cual terminó con la situación actual...

Posteriormente, el enfoque se centró en el Acuerdo de Doha, el cual se firmó el 29 de febrero de 2020, durante la administración Trump, quien había prometido ponerles fin a las guerras interminables, pero fue ejecutado por el presidente Biden. Este acuerdo fijó un calendario para la retirada definitiva de tropas estadounidenses del territorio afgano, liberar algunos presos talibanes y levantar las sanciones impuestas, a cambio de que los talibanes no permitieran "que ninguno de sus miembros, ni otras personas o grupos, incluida al-Qaeda, usen el territorio afgano para amenazar la seguridad de Estados Unidos y sus aliados". Es por esto que muchos expertos, lejos de ver esto como un acuerdo, lo vieron como una rendición.

El presidente Biden aceleró el retiro de tropas de Afganistán afirmando que seguiría con la guerra contra el terrorismo desde afuera. El problema es que las fuerzas armadas afganas dependían del apoyo de las tropas estadounidenses y no tienen la capacidad para tomar control de la situación porque venían de una dinámica de conflicto que nunca terminó, una corrupción que se institucionalizó y se presionó a una economía que nunca pudo crecer de forma natural.

Y una última pregunta, ¿Por qué la ONU “no hace nada”? A muchas personas no les es claro el por qué Naciones Unidas se limita, en voz de Antonio Guterres (Secretario General), a instar a la comunidad internacional a permanecer unida y emplear todos los recursos posibles para hablar “con una sola voz en defensa” de los derechos humanos en Afganistán, pero no se habla de una acción concreta con respecto a la situación del país. Primero, hay que entender que la naturaleza de Naciones Unidas no es coercitiva, es decir, que ante la primera señal de riesgo no pueden actuar como mejor les parezca en nombre del “bien común”, ni tampoco van a sacar un ejército para defender a las “generaciones venideras del flagelo de la guerra”. Por mucho que quisiéramos que salieran los Vengadores a acabar con los talibanes, la realidad es mucho más complicada. De hecho, Naciones Unidas ni siquiera tiene un ejército permanente, sino que en caso de necesitar uno, los países miembros aportan a miembros de sus ejércitos nacionales.

Para una posible intervención de Naciones Unidas en Afganistán podría haber una primera fase en la que se inste a las partes a cumplir con medidas para preservar la paz y la seguridad internacionales, pero en caso de que se incumplan las medidas provisionales se puede entrar a hablar de un uso de la fuerza armada con una resolución que sea aprobada por el Consejo de Seguridad y que ninguno de sus miembros permanentes (China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos) vete la resolución, porque de presentarse uno o más vetos que podrían surgir de parte de Rusia (apoyan a los talibanes como proveedores de estabilidad) o de China (acogió a los militantes islamistas luego de la salida de las tropas de EE.UU.), una intervención sería inviable.



Sobre la autora

Laura Sofía Cabrera Jaimes

Directora del Área de Escritores

"Tal vez no pueda cambiar el mundo, pero sí el pedacito que me toca"
Pronto internacionalista, mientras tanto disfruto dar mi opinión, aprender de distintos temas y poder analizarlos en el proceso. Recién entrada a los 20. Rola. Amante del fútbol, los perritos, la fotografía y de cantar desafinado.



El contenido de este artículo es propiedad de la Revista Cara & Sello



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